sábado, 30 de mayo de 2009

Manuel Buendía gran Periodista

por Miriam Molina
Hoy la libertad de expresión y los que hacemos posible que eso suceda nos encontramos de luto al recordar la trágica muerte intencional del reconocido periodista Manuel Buendía.

No importa que ya sean 23 años tras el asesinato de Buendía, este suceso ha marcado y marcará controversia entre los voceros de la comunicación, es por ello que se alza la voz en defensa de las Palabras. Personajes como Miguel Badillo (Revista Contralínea), Perla Gómez Gallardo (UAM Cuajimalpa), Miguel Ángel Granados Chapa (Reforma y Proceso), Rogelio Hernández (Milenio Diario), Virgilio Caballero (Grupo Fórmula), entre otros, convocados por La Fundación Manuel Buendía y el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo se reúnen en un foro titulado En Defensa de las Palabras.

El Objetivo de estas reuniones es, reflexionar, analizar y debatir la situación del periodismo y la libertad de expresión en México, tomando como punto de partida la obra y el pensamiento de Manuel Buendía. Esté foro se lleva a cabo desde el miércoles 27 de mayo y finaliza hoy sábado 30 de mayo en la sala “FERNANDO BENITEZ” DE LA FCPyS y en la PLAZA FRANCISCO ZARCO.

Hoy y desde hace 23 años se recuerda al autor de “Red Privada” a quién no sólo se le ha reconocido por la calidad de su prosa y esmero periodístico, sino fundamentalmente por su fortaleza ética.

Buendía fue asesinado el 30 de Mayo de 1984, entonces escribía en la columna llamada Red Privada en el periódico Excélsior. Por sus grandes trabajos se le considero el periodista de mayor influencia en el panorama de prensa escrita en México. Su asesinato fue a causa de estar próximo a publicar un artículo sobre las conexiones del narcotráfico con los políticos.

Los medios de comunicación estás siendo atacados por un recurso extremo, marcado de límites, que suele estar precedidos de amenazas, agresiones físicas, chantajes y extorsiones; y que tiene un reflejo colateral en modalidades de censura y autocensura, corrupción y exilio. Para muchos la solución es “matar al mensajero” aunque esto sólo despierta más la exclamación por libertad de expresión.

No hay que bajar la voz, la libertad de expresión y derecho a la información no son débiles y hay que demostrarlo sin miedo. Aquí se quedan con las últimas palabras del periodista Manuel Buendía…
“Ni siquiera el último día de su vida, un verdadero periodista puede considerar que llegó a la cumbre de la sabiduría y destreza. Imagino a uno de estos auténticos reporteros en pleno tránsito de esta vida a la otra y lamentándose así para sus adentros: hoy he descubierto algo importante, pero… ¡lástima que no tenga tiempo para contarlo!

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